Recuerdo esa madrugada yo salía de prisa a mi trabajo en Maisons Laffitte y tu venias de una noche bohemia en casa de tu tía Camille.
Fue el destino el que intervino y quiso que me tropezara de frente contigo, yo sentí un impulso asesino contra ti ya que por tu culpa perdí mi mocasín. Jamás olvidare esa sonrisa tuya divertida, bonachona, tu gesto apenado al agacharte por mi calzado. Yo lo tome de tus manos, y al cruzar tu mirada con la mía me fascinaste.
Te dije gracias me llamo Isabela y tu contestaste un placer yo me llamo Alberto. Me coloque mi mocasín, me despedí de ti, y corrí a mi trabajo.
Aunque en realidad lo que menos deseaba era apartarme de tu lado. Sin embargo el día se termino y no te volví a encontrar en mi camino. Al día siguiente salí
Aunque en realidad lo que menos deseaba era apartarme de tu lado. Sin embargo el día se termino y no te volví a encontrar en mi camino. Al día siguiente salí
con 10 minutos de anticipación tratando de repetir nuevamente el sentir tu mirada sobre mí. Pero el destino no quiso verme junto a ti. Así pasaron 2 semanas en las que deseaba encontrarme contigo.
Un martes cuando el frió soplaba sin compasión, caminaba a mi trabajo cuando te distinguí tu venias en dirección hacia mi. Al verme me saludaste y con tu mejor sonrisa me preguntaste: ¿Eres tu la chica del mocasín?
Yo te conteste: Que si tratando de ocultar lo feliz que me sentía de verte, así entre recuerdos y bromas por nuestro encuentro anterior me pediste mi numero de teléfono, yo me fui con la promesa de tomarnos un café. Tú me llamarías para confirmar, después de miles de segundos con la idea rondando en mi cabeza. Me llamaste por fin y ese café contigo se hizo real.
Ese fue el principio de nuestra amistad que no se como, ni a que velocidad pero logro que para mi te convirtieras en alguien fundamental. Por eso el día que me pediste que saliera contigo ni lo pensé y dichosa acepte, desde ese instante en el que te reíste del peor de mis chistes, supe que el destino me había elegido a mi para pasar el resto de mi vida junto a ti.
Después de esa cita todo cambio, las llamadas se hicieron constantes, las salidas fueron mas regulares, y tu empezaste a figurar en mis planes a futuro y yo empecé a aparecer en los tuyos.
Después de esa cita todo cambio, las llamadas se hicieron constantes, las salidas fueron mas regulares, y tu empezaste a figurar en mis planes a futuro y yo empecé a aparecer en los tuyos.
Así que no me sorprendí el día que me dijiste te amo, tomaste mi rostro con tus manos y me besaste. En ese instante me hiciste consiente de que era alguien muy especial para ti y ya no podrías vivir sin mi.
Ahora me encuentro en el parque, paseando a nuestro pedacito de cielo en su cochecito. Y todos estos recuerdos volvieron a mi gracias al mismo par de mocasines que una mañana me acercaron a ti. Y fueron el instrumento que el destino uso para enamorarme y hacerme feliz junto a ti.
Ahora me encuentro en el parque, paseando a nuestro pedacito de cielo en su cochecito. Y todos estos recuerdos volvieron a mi gracias al mismo par de mocasines que una mañana me acercaron a ti. Y fueron el instrumento que el destino uso para enamorarme y hacerme feliz junto a ti.
3 comentarios:
Ahhh si me hubiera entera antes de lo k puede traerme unos mocasines, mira que en este momento, tomo mis monedas, y me lanzo por unos!! jeje
Me gusto, creo que es muy dulce y con gramos de ternura!"
Po rcierto.. recomiendas algun kolor de mocasin en especial? o todos tienen el mismo efecto??
Un abrazo Dayann
PRIMERAS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Ahhh que lindooooo!!!!! mira que cosas no, pero cuando le toca a uno le toca!! en este caso fue por un par d emocasines que historia! saludos!!!
Publicar un comentario