30 de septiembre de 2009

Aprender a Volar





El día que deje de ser una niña y me convertí en toda una adulta yo diría que fue en mi tercer año en la preparatoria, más específicamente el día que teníamos que hacer el tramite para elegir una carrera.

Faltaban 5 minutos para hacer el tramite y yo seguía debatiéndome entre 2 carreras:Derecho o Pedagogía.

No me pregunten que tienen en común, o cual es la relación entre ellas, porque creo que no existe relación alguna.

Eran 2 destinos a seguir ambos muy diferentes y la decisión que tenia que tomar en ese momento afectaría mi vida para siempre.

Y como si una iluminación o una señal llegara hasta mi, algo me indico que debía inclinarme por Derecho, como la mejor opción.

A partir de ese momento, deje de ser una niña y me convertí en una persona adulta, y esa decisión para escoger profesión (independientemente de que halla sido buena o mala) marco mi vida.

Y pese a que en la actualidad y siempre me ha costado horrores tomar decisiones aprendí a vivir con ellas y con las consecuencias que acarrean a mi vida.

Algunas me han hecho inmensamente feliz, otras me hacen querer darme de topes en la pared.

Pero es una de las cuestiones fundamentales de crecer y madurar, poéticamente lo definiría como el hecho de tomar tus pequeñas y frágiles alas y aprender a volar por primera vez.

Algunas veces caerás y lo tendrás que volver a intentar pero vale la pena con tal de perfeccionar el arte de volar.



Contador Gratis

22 de septiembre de 2009

El maravilloso mundo de los foros



Hasta hace poco tiempo no tenía ni idea de que era un foro y como se usaban, de hecho eso de conocer gente y hacerse de amigos a través de un pagina de Internet con una temática cualquiera me parecía raro hasta que por azares del destino, encontré una historia en internet que me gusto mucho y la autora invitaba constantemente a los lectores a su pagina web, así que un día sin mas decidí entrar no recuerdo gran cosa de la pagina tenia sus historias, y algunas otras cosillas.

Así que un día decidí dejar un comentario pero como no los respondía la autora paso sin pena ni gloria, paso el tiempo y la pagina fue remodelada hasta cambio de dirección y decidí echar un vistazo era casi igual pero con mas personalidad y mas vida, contenía todas las historias, un blog anexo, pero lo que mas me llamo la atención fue su foro la primera vez que entre fue desilusionante porque como no era miembro activo me negaba el acceso a casi todo así que acabe registrándome y después de leer y leer diversos temas y reír con algunos comentarios quede fascinada sobre todo por la gama tan extensa de opiniones de los participantes.

Después de dudarlo miles de veces me anime y deje un mensaje fue todo un descubrimiento porque ni siquiera sabia como dejarlo, así pasaron algunos días hasta que me entere de que alguien me había contestado fue tan gratificante como cuando envías un mensaje del celular y experimentas esa impaciencia tecnológica por recibir la ansiada respuesta.

Después de ese mensaje muchas cosas cambiaron descubrí otro tipo de camaradería en la red aparte de las familias en los blogs, (yo comento en tu blog, tu comentas en el mío, mis seguidores comentan en tu blog, [que conocieron por mi], tus seguidores comentan en el mío, etc.) los grupos en las redes sociales, las platicas con los amigos y los conocidos en el messenger, etc.

Me di cuenta de todo lo genial que puede ser afiliarse a un grupo, y que en ellos pese a lo que yo creía no hay limites reales.

Manejan temáticas tan variadas en las platicas desde Música, Libros, Recomendaciones, Historias, La clásica sección de Socializar, Felicitaciones, Ayuda, etc. Y todo con un denominador común, la simpatía, el respeto y la tolerancia, las ganas de socializar, y conseguir ese sentido de la pertenencia a un grupo.

Sin embargo lo que me pareció mas genial es la libertad y el respeto que las personas son capaces de tolerar en cuanto a las opiniones vertidas en ellas de gente con diversas edades, nacionalidades, religiones, ideologías e ideas distintas.

¡Vivan los Foros! Se reporta su más reciente aficionada.

10 de septiembre de 2009

¿Que dijo?


Estoy enferma del oído, tengo una disminución de mi percepción auditiva de al menos el 50 % y es horrible, me imposibilita en muchas de mis actividades diarias, hace de mi rutina un suplicio, no puedo escuchar lo que la gente dice si no me habla fuerte y pausado no les entiendo nada, no puedo ver televisión ya que tengo que subirle tanto para poder escucharla que llega la gente y se me queda viendo raro así de porque veo la televisión con un volumen tan alto, y le bajan, no puedo escuchar música porque temo que si pongo una canción al volumen que yo pueda escucharla estará muy alto el volumen para los demás.

Lo peor es en la escuela, al menos en este curso corrí con la suerte de tener un maestro que habla fuerte porque en ocasiones pasadas iba a la escuela y de plano o no escuchaba nada de lo que decían los maestros o les entendía la mitad de lo que decían en toda la clase, pero si algo me irrita aun más es cuando el profesor pregunta algo y le contesta la chica más ñoña del salón pero por miedo a equivocarse le contesta en una voz que más bien parece un susurro y yo me quedo con cara de ¿Que dijo? tipo la de los invitados del Sketch de Igor en la parodia.

Cuando tengo que hablar con alguna persona pongo toda mi atención en lo que dice y aun así no escucho cosas de lo que dice (Y pienso al menos debo decir si, ok, aja, o sonreír para que crean que estoy de acuerdo, o en verdad les estoy poniendo atención)

Sin embargo mi peor miedo sin duda es tener que contestar el teléfono sobre todo si al otro lado suena una de esas voces angelicales, totalmente pasiva y con un volumen de voz difícil de oir por eso en estos momentos trato de alejarme lo más posible del teléfono y ruego a Dios para que nadie me llame al celular.

Y sin duda lo que más deseo en este momento es poder escuchar, mi estar triste porque no puedo oír.

4 de septiembre de 2009

Los Consentidos de Mamá



No les ha pasado que se encariñan de una manera cuasi enfermiza de las cosas típico que tienes tu par de zapatos favorito (ya sean tenis, botas, sandalias, zapatillas, etc.) y puede estar roto, muy feo, sucio casi irreconocible de como eran pero aun te lo pones porque es tu par de zapatos preferidos, y los demás se pueden reír de tus zapatos y criticarlos pero los amas y se acabo, tampoco nunca falta en nuestro closet la clásica chamarra de mezclilla vieja, agujerada, deslava, con sus clásicas manchas que jamás se le quitaron, y puedes tener otras prácticamente nuevas pero cual es la que todo los días sale a dar batalla la viejita, la favorita y ya de plano la tiras y no porque quieras sino porque ya esta hecha una pena toda desgastada, con unos súper agujeros, o simplemente porque ya no te queda, pero jamás te desases de tus cosas favoritas por propia voluntad, no se como explicar esos lazos que las personas crean con sus pertenencias, es como si fueran parte de ti, de tu esencia y cada una tuviera miles de historias por contar de las aventuras que vivió a nuestro lado, por eso yo como sufro cuando tengo que regalar alguna de mis posesiones favoritas.


Porque con ellos se va una parte de mi, y mil locuras que hicimos juntos, siendo especifica en mi caso tengo unos tenis viejísimos pero los amo y aun no los tiro tienen manchas de cloro de hace como 35 mil años, y su ultima adquisición fueron unas rayitas de pintura de colores que les hice en una actividad de la iglesia y cada que los veo en mi closet recuerdo tantas cosas entre ellas que el niño que me gustaba me dijo infantil por pintarlos y los conservare por mucho tiempo aun, porque ellos serán una prueba irrefutable de lo infantil y poco convencional de lo que un día fui.