Lo recuerdo vagamente… estaban en plena campaña para elegir al que seria el gobernador(a) del estado de México.
Contendía por el PAN Rubén Mendoza Ayala, por el PRD Yeidckol Polevnsky, por el PRI Enrique Peña Nieto.
Yo lo odiaba (aún lo odio), porque la mayoría de la población femenina en vez de analizar y estudiar sus propuestas con seriedad se dejaban llevar por su pose de galán barato.
Por desgracia para mí y para sus oponentes decidieron apostarle a su imagen y a la públicidad en exceso a lo largo de su campaña. Prácticamente en cada esquina veías su cara. Un día estábamos de camino a la plaza que está al lado de la escuela y al pasar por un paradero que hay en el trayecto nos detuvimos, ahí había uno de esos carteles con su rostro y su eslogan para que votaras por el.
(Yo, siempre había deseado sacar uno de esos carteles del vidrio que los protegía) total que empecé a jalarlo y otra de mis amigas me vio y seguimos jalando ahora juntas, después otra amiga empezó a tratar de abrir el vidrio y así, total que no estuvimos felices hasta que logramos sacar todo el cartel mientras otra amiga vigilaba.
Pero lo mas bobo es que ya lo teníamos afuera y fue justo en ese momento en que se nos ocurrió pensar ¿y ahora que vamos a hacer con él? (si lo tiramos a la basura nos pueden regañar por destruirlo) total que acabamos enrollándolo tipo papel caple y ahí nos ven, caminando de lo mas disimuladas con nuestro botín, decidimos regresar a la escuela que está repleta de grandes jardineras y quedarnos en una de ellas, en donde desenrollamos el cartel, después no sé ni a quien se le ocurrió, pero pidió un plumón y ahí estamos todas explorando nuestras mochilas en busca del plumón, conseguimos no solo un plumón, sino también un plumin, pero de los 2 no se hacia ninguno porque resulta que no es un cartón cualquiera (es un cartón tipo plastificado por lo tanto se barre la tinta) hasta que ya en la desesperación una amiga optó por un lápiz labial y entonces nuestra tortura comenzó con los clásicos bigotes, cuernos, lentes, pecas, un diente faltante (el típico que te hace ver chimuelo) y no se que más, el punto es que se veía genial, lamenté no tener mi celular en ese momento para captar el delito.
Para esto uno de los que cuidan las entradas no nos dejaba de vigilar creo que ya sospechaban de nosotras y después de darle “una manita de gato” al candidato y rayarlo con un cuter y cuanta cosa filosa teníamos a la mano tratamos de desaparecer la evidencia, y aquí nos encontramos con otro problema.. si lo tirabamos completo aún nos implicábamos y ahí estábamos, otra vez peleando con el cartón haciéndolo pedazos, para ir a tirarlo de lo más normal y disimuladamente en el bote de la basura.
Al terminar de tirarlo recogimos nuestras cosas, “peinamos la zona” en busca de evidencia y abandonamos la escena del crimen.
¡Como me divertí ese día!, por desgracia nuestro crimen no fue lo suficientemente efectivo y aún después de sobrevivir a nuestro atentado ganó el candidato con las propuestas más absurdas, pero sin duda el de la imagen pública más trabajada y el más pseudo “apuesto” (¡ay! odio decir esto, me mordí la lengua, ¿es normal tanta perdida de sangre? jajaja).
Contendía por el PAN Rubén Mendoza Ayala, por el PRD Yeidckol Polevnsky, por el PRI Enrique Peña Nieto.
Yo lo odiaba (aún lo odio), porque la mayoría de la población femenina en vez de analizar y estudiar sus propuestas con seriedad se dejaban llevar por su pose de galán barato.
Por desgracia para mí y para sus oponentes decidieron apostarle a su imagen y a la públicidad en exceso a lo largo de su campaña. Prácticamente en cada esquina veías su cara. Un día estábamos de camino a la plaza que está al lado de la escuela y al pasar por un paradero que hay en el trayecto nos detuvimos, ahí había uno de esos carteles con su rostro y su eslogan para que votaras por el.
(Yo, siempre había deseado sacar uno de esos carteles del vidrio que los protegía) total que empecé a jalarlo y otra de mis amigas me vio y seguimos jalando ahora juntas, después otra amiga empezó a tratar de abrir el vidrio y así, total que no estuvimos felices hasta que logramos sacar todo el cartel mientras otra amiga vigilaba.
Pero lo mas bobo es que ya lo teníamos afuera y fue justo en ese momento en que se nos ocurrió pensar ¿y ahora que vamos a hacer con él? (si lo tiramos a la basura nos pueden regañar por destruirlo) total que acabamos enrollándolo tipo papel caple y ahí nos ven, caminando de lo mas disimuladas con nuestro botín, decidimos regresar a la escuela que está repleta de grandes jardineras y quedarnos en una de ellas, en donde desenrollamos el cartel, después no sé ni a quien se le ocurrió, pero pidió un plumón y ahí estamos todas explorando nuestras mochilas en busca del plumón, conseguimos no solo un plumón, sino también un plumin, pero de los 2 no se hacia ninguno porque resulta que no es un cartón cualquiera (es un cartón tipo plastificado por lo tanto se barre la tinta) hasta que ya en la desesperación una amiga optó por un lápiz labial y entonces nuestra tortura comenzó con los clásicos bigotes, cuernos, lentes, pecas, un diente faltante (el típico que te hace ver chimuelo) y no se que más, el punto es que se veía genial, lamenté no tener mi celular en ese momento para captar el delito.
Para esto uno de los que cuidan las entradas no nos dejaba de vigilar creo que ya sospechaban de nosotras y después de darle “una manita de gato” al candidato y rayarlo con un cuter y cuanta cosa filosa teníamos a la mano tratamos de desaparecer la evidencia, y aquí nos encontramos con otro problema.. si lo tirabamos completo aún nos implicábamos y ahí estábamos, otra vez peleando con el cartón haciéndolo pedazos, para ir a tirarlo de lo más normal y disimuladamente en el bote de la basura.
Al terminar de tirarlo recogimos nuestras cosas, “peinamos la zona” en busca de evidencia y abandonamos la escena del crimen.
¡Como me divertí ese día!, por desgracia nuestro crimen no fue lo suficientemente efectivo y aún después de sobrevivir a nuestro atentado ganó el candidato con las propuestas más absurdas, pero sin duda el de la imagen pública más trabajada y el más pseudo “apuesto” (¡ay! odio decir esto, me mordí la lengua, ¿es normal tanta perdida de sangre? jajaja).