21 de mayo de 2011

Dejame que te cuente.


Habia  una  vez  una  chica  que  diariamente  salia  muy temprano  a  trabajar, todos  los  días  llevaba  los  mismos  zapatos  (cerrados  de  tacon bajo).Un dÍa  después  de  tanto  usar  sus  zapatos apareció  un ahujero  en la parte central de  la  suela. Como la  chica llevaba unos minutos de tardanza,  decidió solo  ignorarlo y seguir con su día  de  trabajo normal, sin embargo, parecia  que el  mundo conspiraba  en su contracharco, porque  solo  unos  cuantos  pasos  después  se  topo de  frente con un  inmenso charco que  abarcaba  el camino que  debia seguir.  AsÍ  que,  con toda  la  calma  y la  resignación que  poseia  se  aventuro  a  cruzarlo. Al momento  en que  el agua  entró  en  contacto con su  pie sintió    una  sensación de  frescura  a  la  que  decidió ignorar, continuando  así el  recorrido  habitual,  en el  que  pasaba  por  afuera  de  una  construcción  (donde  la  tierra  y el polvo  eran  una  constante  diaria), caminaba de  prisaba tratando de  llegar a  la  esquina  que  conectaba  con el  puente  de  la  Avenida  "Revolución", sin embargo al encontrarse esté en  reparación la  dejó con una  sola  opción: tomar  un atajo que  hacía  mucho no recorría: un maravilloso  campo de  flores  considerado por ella: "un rincón magico  aun existente  dentro de  la  urbanidad  de  la  ciudad". Sintió una  sensación extraña,  cuando sus  pie  rozó el pasto  y  las  flores  con sus  diferentes  texturas  y  formas, pero cuando estaba  a  punto  de  llegar   a  su trabajo,  vió una  pequeña  pluma  de  color  dorado y entonces decidio correr para atraparla,  pero la  pluma  dejandosé  llevar  por  el  viento,  jamás  fue  capturada  y por  azares  del  destino  sin  que  la  joven se  percatara  de  ello  llegó  a  la  planta  de  su pie. Después  de  continuar  con  su  labor  y terminar  su trabajo  retomó el camino  a  casa  que siempre  transitaba y   al  llegar  a  su morada, se despojó de  los  zapatos  para ver  la  magnitud  del  daño ocasionado. Grande  fué  su sorpresa  al  darse  cuenta  del  más  maravilloso paisaje  que  sus  ojos  habian contemplado (ya que  su  pie, al  recolectar impurezas  de  diversos  lugares  abrió  un mundo de  posibilidades)  y  no  supo si fué  Dios, el destino  ó solo  su  extraño caminar  pero decidió  su pie  jamás  lavar para poder conservar  la  más  grande  obra de  arte  que  sus ojos hubiesen  contemplado.


4 comentarios:

Orgia kasual dijo...

HOLA LISA!!

Que asco no crees?? jamas lavarse un pie nuevamente! jajaja eso solo lo haria con otra cosa y no precisamenet un pie!!

pero al fin cuento, me gusta que incursiones en este genero, es admirable cuando ocpuamos otro genero que no tenemos del todo controlado y sales sin razguños

te dejo un saludo

x cierto.. usted si lavese los pies}jaja

LISABELA dijo...

Gracias por el primer comentario debo confesarles que jamás lo pude leer por los problemas de blogger así que me quedare con la duda de que decía y de quien era como sea gracias.

Este blog se alimenta de sus comentarios, jajaja Dayann en algun momento tambíen pense que era excesivo que solo debio sacarle una foto a su pie pero ahi entra lo maravilloso de la ficción.

Si te dire que eso de los cuentos nada más no se me da, pero hago el intento de hacer algo diferente y salir de mi zona de confort me alegro de verte por estos rumbos amiga.

LISABELA dijo...

Ehh por fin puedo ver mi primer comentario Gracias por tu visita Adolfo Payes sabes que siempre es un gusto tenerte por aca,tenia un rato que no sabia de ti me alegro de que estes de regreso por aca gracias por el abrazo y los saludos igual para ti.

Que tengas un bonito inicio de semana.

Lalalalagartilapices dijo...

Qué maravilla!
Amé cada frase de la historia y el final simplemente mágico y casi poético.

Felicidades!
Me gustó mucho y me declaro tu fan, jijiji :)
Saluditos!